Suena típico, pero siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas y de la vida, por la sencilla razón de que si no lo haces vos no lo hará nadie más por ti. Es cierto que perdemos tantas cosas como opiniones hay en el mundo, y que siempre hay un inconveniente, un problema o algo que duela como un cristal clavado en el pecho que no puede ser quitado. Por eso hay que ver lo que aún nos queda y aquello que podemos alcanzar, que no es poco. Dicen que los errores, las caídas y las decepciones dan experiencia, y que el dolor te hace fuerte, así como la soledad te provoca ser amable con el resto. Hay que aprender a formarse por este tipo de situaciones, que al fin y al cabo nos hace ser personas, porque el "ser humano" es reconocido por eso, por sentir. A veces, aunque duela, te das cuenta de que ser fuerte no es luchar hasta el cansancio sin ningún resultado, ni chocarse contra un muro que no vemos una vez tras otra, no. A veces, significa darse cuenta de que no podemos saltar tan alto como ese muro. Aceptar la realidad, aprender y dar vuelta la pagina. Las horas siguen pasando, el tiempo no para y aunque duela hay que dejar de mirar ese muro que nunca alcanzaremos y mirar hacia otra dirección,mirar todos los caminos que estan abiertos para nosotros,hay que mirar otros sueños,otras ilusiónes y aprender que,en esta vida, todo queda y todo pasa. Y que "la riqueza de este viaje es el cambio a esta realidad". No hay que rendirse, si un camino se cierra hay que enfocar nuestra mirada en otro, y nunca dejar que nada nos frene, en esta busqueda de nuestro lugar, nuestro ser, nuestra felicidad..
Por el simple hecho de que el tiempo pasa y las oportunidades no vuelven.

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